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Por: José Antonio Peña Martagón
En fechas recientes se ha incrementado el número de intentos de compras de automóviles con identificaciones falsas. Siendo una realidad que el sector automotriz no ha escapado de delitos asociados a la suplantación de identidad, las autoridades e instituciones financieras han identificado reclamaciones relacionadas con la compra de autos u obtención de créditos automotrices. Ello es relevante considerando que México es el octavo país en robo de identidad en el mundo, según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) (1).
Ante este panorama, la digitalización de diversos sectores de la industria se ha acelerado y para el sector automotriz, se vislumbra el mismo camino. Así, el sector automotriz tiene muchas oportunidades para evolucionar por cuanto hace a ecosistemas digitales. De acuerdo con un estudio realizado por la consultora KPMG (2), un escenario digital para el sector automotriz considera lo siguiente:
- Los datos serán el “combustible” para modelo de negocio, permitiéndoles vender productos y servicios independientes no necesariamente vinculados con la movilidad;
- Los automóviles necesitarán su propio ecosistema digital, ello para crear valor y monetizar los datos; y
- Para 2025, un inicio de sesión único en una plataforma digital con una identificación personal será un criterio de compra absoluto.
Es aquí en donde el desarrollo de esquemas digitales asociados a la identidad digital juegan un papel importante. Por una parte, como valor añadido al automóvil en sí, permitiendo el desarrollo de automóviles que cuenten con factores de autenticación cada vez más complejos e incluso biométricos (por ejemplo, mediante reconocimiento facial o reconocimiento de voz), para simplificar aspectos manuales como el encendido del automóvil o uso de accesorios o aditamentos del mismo (parabrisas, manos libres, entre otros).
Por otro lado, mediante el uso de las herramientas antes señaladas como mecanismos de seguridad. Por ejemplo, mediante detectores cada vez más avanzados que permitan identificar cuando el conductor no está en posibilidades para conducir, ya sea por fatiga, somnolencia o estado de ebriedad.
Por último, la identidad y ecosistemas digitales como una herramienta para agilizar los procesos de venta, lo que usualmente se conoce como parte de las políticas de KYC (know your customer). En donde, las ventas se pueden realizar online y con la certeza de que el proceso fue a prueba de fraudes.
- Fuente: https://www.condusef.gob.mx/Revista/index.php/usuario-inteligente/consejos-de-seguridad/655-ante-el-robo-de-identidad, consultado el 2 de junio de 2020.
- Fuente: https://assets.kpmg/content/dam/kpmg/mx/pdf/2017/01/global-automotive-executive-survey-2017.pdf
José Antonio Peña Martagón es abogado en derecho financiero, bancario, administrativo y protección de datos personales. Estudió la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, cuenta con un Máster por la Universidad de Castilla-La Mancha (España), y recientemente cursó el Diplomado en “Fintech: Tecnologías de la Información y Disrupción Financiera” por el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Ha sido asesor legal externo del área Legal Digital de uno de los importantes Bancos en México. En la actualidad labora en el área de contratos de una empresa con presencia a nivel internacional especializada en el desarrollo de programas y soluciones en la nube para el sector público y privado.
Suscríbete al 1er Foro de IDentidad y Automotriz Digital, que se llevará a cabo el 4 de junio de 2020 a las 17:30hrs. (CDMX). Buscaremos transmitir conocimiento escencial sobre los cambios y el nuevo normal que tendrá que enfrentar el sector automotriz en México derivado del Covid-19:
